23.1.08

Capas de Hielo

Hoy después de una taza de café, un cigarro y un comentario, comprendí muchas cosas de las que pasa en un corazón herido. Y parece increible que algo que da tantas satisfacciones como el amor, pueda crear tanta cautela al ser sentido otra vez. Y siempre me había preguntado por que había tantas personas que les costaba tanto trabajo encontrar a alguien, y solo se me ocurre pensar o que son muy precavidas o han sido muy lastimadas.

El dolor es una costra que inutiliza los sentimientos, es mentira aquello que dicen sobre hacernos mas fuertes, sobre madurar, crecer. Y yo definitivamente no quiero eso, quiero volver a sentir, a ser impresionable, debil pero sorprendible, regresar a ese estado natural de eterno enamorado, y buscar en sonrisas felicidad, en miradas furtivas intimidad, y en un beso...

Y con la edad y el tiempo se van formando estas capas de hielo que no hacen más que enfriar las emociones, vamos perdiendo poco a poco la inocencia que nos motiva a cometer todas esas estupideces que hacíamos antes por una persona que nos gustaba, no digamos querer. No más rosas, no más versos; y es que pensamos que con la edad llega la madurez, y con madurez entendemos que todo debe decirse como es, seco, sin ningún tipo de enfasis en ninguna palabra, las cosas como son. Pero es que hasta la más mínima mentira tiene un ápice de culpabilidad deliciosa, negar el amor es sufrir y disfrutar cada día. Aún recuerdo ese nervio de estar cerca de alguien, de apenas percibir su aroma y jurar que no hay flor más bella ni de mejor olor; de buscar su mirada y esquivarla al ser sorprendido, y toda esa revolución que se creaba dentro de uno y las mil fantasías al respecto, posibilidades y soluciones infinitas en tan solo una mirada, una palabra o un gesto. Pero claro, ahora que somos más grandes todo aquello ha sido suplantado por el sexo, por un coqueteo que ya ni siquiera se preocupa en intimar, en conquistar, hemos descubierto que el efecto narcótico de un orgasmo es igual de placentero que meses de cafés con agradables platicas sin sentido.

Espero una oportunidad de volver a sentir... solo eso, y dejar de ser ese alguien que vive detrás de una gruesa capa de negación e incertidumbre.

1 comentario:

Talía GC dijo...

Q lindo! me fascino este texto por lo sencillo que dices algo que algunos hasta evitamos hablarlo por miedo a pensar otra vez esas heridas. Quien no quisiera tener 13 creer en todo, enamorarse del niño de la silla de enfrente y que una cartita lo arreglara todo. Que se caiga "la capa de hielo" que como dices se fue formando con el tiempo.... ¡Que lindo texto!